¿Es posible eliminar las cicatrices del acné? Te contamos cómo hacerlo con láser

¿Alguna vez has oído hablar del tratamiento con láser para las cicatrices de acné? Se trata de una técnica considerada como una de las más adecuadas a la hora de tratar las marcas y cicatrices que provoca esta afección de la piel.
¿Cómo aparecen las marcas o cicatrices de acné?
Antes de hablar sobre el láser para las cicatrices de acné, es necesario conocer por qué motivos aparecen estas marcas. Existen dos causas principales:
- Aumento de vascularización. La inflamación producida por algunas lesiones de acné produce un aumento de vasos sanguíneos en la zona que da lugar a aparición de cicatrices de color rosado, rojo o violáceo.
- Acumulación de melanina. El acné ocasiona en la piel la acumulación excesiva e irregular de melanina en determinadas zonas del rostro. Esto provoca la aparición de marcas marrones que permanecen después de haber sanado la herida producida por el grano.
- Regeneración inadecuada de la piel. Al recuperarse la piel de la agresión que suponen los granos, esta no toma exactamente la misma estructura y textura que tenía antes. Dependiendo del daño más o menos profundo en la piel, puede regenerarse de manera inadecuada, dando lugar a formas y texturas que son diferentes de las que existían previamente.
Diferencia entre las cicatrices leves y severas
Se puede clasificar el tipo de cicatriz en cuatro grandes grupos. Conocer en qué grupo se encuentra las cicatrices a tratar necesario para saber qué tratamiento es el más conveniente.
Uno de los puntos fuertes del láser es que se trata de un tipo de tratamiento compatible con distintos tipos de cicatrices.
Así, la clasificación es la siguiente:
- Grado 1 o macular. Presenta una hiperpigmentación sin que por ello llegue a cambiar la textura de la dermis. Dicho de otra manera, consiste en una mancha que afecta exclusivamente al color de una parte del rostro, pero no a su textura o relieve.
- Grado 2 o leve. En este caso ya no se trata únicamente de una mancha, sino que ya es posible distinguir cierta hipertrofia o atrofia. Es decir, un cambio en la textura y relieve de la piel. En todo caso, se trata de supuestos muy leves, en los que es preciso acercarse a menos de 50 centímetros para poder darse cuenta de su existencia. Igualmente, pueden disimularse con maquillaje o con barba de pocos días y pasar plenamente desapercibidas.
- Grado 3 o moderado. Aquí sí que hay una hipertrofia o atrofia moderada. En este supuesto, sí es posible identificar las cicatrices y marcas incluso a más de 50 centímetros de distancia de la piel, y ya no pueden cubrirse plenamente con maquillaje. Si se estira la piel manualmente, se torna lisa.
- Grado 4 o grave. Atrofia o hipertrofia grave; es visible completamente a más de 50 cm de distancia, no se puede cubrir con maquillaje y no se aplanan con el estiramiento de la piel.

Tratamientos para eliminar las cicatrices de acné con láser
La tecnología ha permitido desarrollar múltiples maneras de hacer desaparecer las marcas de acné: láseres, subincisión de cicatrices, peelings químicos, rellenos con ácido hialurónico… Esto da lugar a una recuperación del aspecto original de la piel, lo que se traduce en una clara mejoría estética. En algunas ocasiones y dependiendo de la gravedad del caso se pueden utilizar diferentes técnicas combinadas. En este artículo, nos centraremos en explicarte en que se basa el tratamiento con láser y cuales son sus ventajas.
Se trata de una técnica que debe ser aplicada por profesionales expertos en su manejo. Podemos destacar los siguientes aspectos:
- Ofrece resultados visibles de forma evidente. El grado de mejoría depende de distintos aspectos como el tipo de cicatriz, el láser usado y la capacidad del paciente para fabricar colágeno. No obstante, el láser sigue es uno de los tratamientos más efectivos para tratar las cicatrices de acné y la mejoría que se consigue provoca un alto grado de satisfacción entre los pacientes. Las marcas y cicatrices se ven modificadas en gran medida, de tal forma que se puede observar fácilmente el cambio estético que se produce gracias a este tratamiento.
- Cómo funciona. Dependiendo del área a tratar se pueden utilizar diferentes tipos de láser.
- Si queremos tratar máculas rojizas: Se puede utilizar el láser colorante pulsado o la IPL. La diana de estos láseres son los vasos sanguíneos cutáneos, de manera que es un tratamiento muy específico y de alta efectividad. Ambos son láseres prácticamente indoloros y con una rápida recuperación.
- Si queremos tratar máculas marrones: Podemos plantearnos utilizar láser Q-switch o luz pulsada. Con este dispositivo, el objetivo del láser es la melanina que se sitúa en capas muy superficiales de la piel. En estos casos se formará una costra tras la realización del tratamiento que requerirá de protección solar. Dependiendo del grado de pigmentación de la piel podríamos recomendar la realización de estos láseres después del verano.
- Si queremos tratar cicatrices atróficas o cambios en la textura de la piel: Se suele ofrecer la realización de láser de CO2 fraccionado. Este láser provoca milimétricas incisiones muy precisas que estimulan la regeneración de colágeno y propician que la zona atrofiada se rellene. Gracias a la tecnología actual la recuperación es mucho más rápida y el paciente a las 2 semanas prácticamente puede estar haciendo vida normal.
- Después del tratamiento. Dependiendo del tipo de láser utilizado podrá haber enrojecimiento, hinchazón y aparición de costras. El médico le orientará en cada caso sobre los cuidados posteriores que debe seguir.
En IKIGAI contamos con profesionales expertos en este sector y todos los dispositivos mencionados para poder llevar a cabo un abordaje integral de todos los tipos de cicatrices.