Tratamiento con Hilos Tensores
¿Qué es?
Mediante la aplicación de hilos tensores se trata de reubicar los tejidos de la mejilla y el reborde mandibular que con los años se van descolgando. Este procedimiento da lugar a un ligero estiramiento de la piel hacia atrás, y, por tanto, el rostro luce más firme y rejuvenecido de una forma muy natural.
Además de estirar la piel, los hilos tensores combaten el envejecimiento de otra manera: provocando una respuesta en el cuerpo que hace que este envíe grandes cantidades de colágeno a las zonas tratadas. El colágeno contribuye a mantener la piel voluminosa y flexible.
¿En qué casos se recomienda?
Los hilos tensores permiten tratar los efectos del envejecimiento facial. Es un procedimiento recomendado para:
- Prevenir y tratar la flacidez y el aspecto envejecido
- Redefinir el contorno facial y reducir el descolgamiento
- Mejorar el aspecto del cuello y la papada
¿En qué consiste el tratamiento?
La colocación de hilos tensores bajo la piel es una técnica mínimamente invasiva. El procedimiento es ambulatorio y se realiza bajo anestesia local. Primero se marcan las zonas a tratar y el eje de elevación de los tejidos. Luego se introduce el hilo por un pequeño agujero de 1mm y se realiza una tracción del tejido hasta lograr el efecto deseado.
Después del tratamiento
Aunque permite hacer vida normal inmediatamente después, se recomienda llevar a cabo actividades relajadas durante algunos días tras el tratamiento. Apenas se presentan efectos secundarios, y si aparecen, estos son mínimos y de corta duración.
Los resultados van mejorando de forma gradual tras la colocación, alcanzando la máxima mejoría alrededor de los 2 o 3 meses. Dependiendo de la estimulación en la formación de colágeno, los resultados se pueden mantener más de un año.
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